Las botas del censor
LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org
-En los actos de censura o manipulaciones contra la vida y obra de los
escritores cubanos, de nada sirve lo que opinen los demás. Los elegidos
cancerberos de la moralina revolucionaria son los que deciden quién
forma parte o queda fuera del acervo cultural de la nación.
Durante la pasada Feria Internacional del Libro de La Habana, se presentó (aunque no salió a la venta) una antología poética con la obra de Heberto Padilla (Pinar del Río, 1932-Alabama, 2000), prohibida, por subversiva, desde los años 70.
De nada sirvió que la poeta, escritora, periodista y pintora Belkis Cuza Malé, quien fuera la mujer de Padilla (y hoy dirige desde Fort Worth, Texas, el centro cultural y galería de arte cubano La Casa Azul), se opusiera a esta manipulación, junto con los herederos de la obra del escritor.
Los que actúan como dueños de vidas y haciendas en el país, decidieron presentar el libro, y como si no bastara con violar el deseo de Padilla de no ser publicado en Cuba hasta que desapareciera la revolución que lo encarceló y obligó al exilio por escribir, se volvió a publicar una obra del autor.
Esta vez, un poema de su libro Fuera del Juego (Premio Julián del Casal de la UNEAC, 1968), con una foto suya, fue publicado en el número 109 de la Revista de Literatura y Libros La Letra del Escriba, correspondiente a Septiembre-Octubre-2012.
Pero a la desvergüenza de la publicación, hay que agregarle el cinismo con que se presenta el tema del texto escogido, Poética, donde Padilla convoca a decir tu verdad, “aunque te tumben a pedradas la puerta/ y se amontonen delante de tu cuerpo/ como si fueras un prodigio/o un muerto”.
Como si ya existiera la libertad de expresión en Cuba, y sin pensar que Padilla, por decir su verdad, sufrió la humillación pública de auto inculparse, 38 días de calabozo, y un exilio del que no pudo volver, se publica uno de los poemas que más se le criticó.
Y nada menos que en una publicación donde aparecen algunos escritores con anteojeras revolucionarias o compresas poéticas para no ver lo que sucede aquí, como Edel Morales, su director, o como los que perdieron la lengua al ser expulsados de la Revista Unión por permitir que apareciera la poesía lujuriosa del Aretino (1492-1556), como le sucedió a Ernesto Pérez Chang.
Es increíble tanta sumisión y miedo, mostrado por muchos que hoy integran una espuria de intelectualidad que no pasa más allá de un título universitario, tres o cuatro libros que nadie lee, y un grueso expediente de humillaciones y acatamiento de órdenes que bajan desde lo más alto del poder.
En los últimos días, el crítico y ensayista Roberto Zurbano, autor, entre otros libros, de El triángulo invisible del Siglo XX cubano: raza, literatura y nación, fue expulsado de su cargo como Director del Fondo Editorial de la Casa de las Américas, por expresar al New York Times que “la revolución no ha comenzado todavía para los negros”.
¿Quiénes emplearon sus botas de censor contra Zurbano, desde las trincheras de la intolerancia parapetada en la revista digital La Jiribilla? Nada menos que otros siquitrillados por deslices fuera de tonos “revolucionarios”, como son el sociólogo Esteban Morales y el poeta, narrador y profesor Guillermo Rodríguez Rivera.
La historia se repite. ¿A quién le tocará su turno después?, como dijera el poeta que pedía también una carga para matar bribones, que nunca hizo tanta falta como en la Cuba actual.
En cualquier caso, Zurbano es joven y los censores son ya viejos, a lo mejor no tiene que esperar el destierro o la muerte, como Heberto Padilla, para que su obra vuelva a circular en el país.
vicmadomingues55@gmail.com
TOMADO DE: http://www.cubanet.org/articulos/las-botas-del-censor/
Durante la pasada Feria Internacional del Libro de La Habana, se presentó (aunque no salió a la venta) una antología poética con la obra de Heberto Padilla (Pinar del Río, 1932-Alabama, 2000), prohibida, por subversiva, desde los años 70.
De nada sirvió que la poeta, escritora, periodista y pintora Belkis Cuza Malé, quien fuera la mujer de Padilla (y hoy dirige desde Fort Worth, Texas, el centro cultural y galería de arte cubano La Casa Azul), se opusiera a esta manipulación, junto con los herederos de la obra del escritor.
Los que actúan como dueños de vidas y haciendas en el país, decidieron presentar el libro, y como si no bastara con violar el deseo de Padilla de no ser publicado en Cuba hasta que desapareciera la revolución que lo encarceló y obligó al exilio por escribir, se volvió a publicar una obra del autor.
Esta vez, un poema de su libro Fuera del Juego (Premio Julián del Casal de la UNEAC, 1968), con una foto suya, fue publicado en el número 109 de la Revista de Literatura y Libros La Letra del Escriba, correspondiente a Septiembre-Octubre-2012.
Pero a la desvergüenza de la publicación, hay que agregarle el cinismo con que se presenta el tema del texto escogido, Poética, donde Padilla convoca a decir tu verdad, “aunque te tumben a pedradas la puerta/ y se amontonen delante de tu cuerpo/ como si fueras un prodigio/o un muerto”.
Como si ya existiera la libertad de expresión en Cuba, y sin pensar que Padilla, por decir su verdad, sufrió la humillación pública de auto inculparse, 38 días de calabozo, y un exilio del que no pudo volver, se publica uno de los poemas que más se le criticó.
Y nada menos que en una publicación donde aparecen algunos escritores con anteojeras revolucionarias o compresas poéticas para no ver lo que sucede aquí, como Edel Morales, su director, o como los que perdieron la lengua al ser expulsados de la Revista Unión por permitir que apareciera la poesía lujuriosa del Aretino (1492-1556), como le sucedió a Ernesto Pérez Chang.
Es increíble tanta sumisión y miedo, mostrado por muchos que hoy integran una espuria de intelectualidad que no pasa más allá de un título universitario, tres o cuatro libros que nadie lee, y un grueso expediente de humillaciones y acatamiento de órdenes que bajan desde lo más alto del poder.
En los últimos días, el crítico y ensayista Roberto Zurbano, autor, entre otros libros, de El triángulo invisible del Siglo XX cubano: raza, literatura y nación, fue expulsado de su cargo como Director del Fondo Editorial de la Casa de las Américas, por expresar al New York Times que “la revolución no ha comenzado todavía para los negros”.
¿Quiénes emplearon sus botas de censor contra Zurbano, desde las trincheras de la intolerancia parapetada en la revista digital La Jiribilla? Nada menos que otros siquitrillados por deslices fuera de tonos “revolucionarios”, como son el sociólogo Esteban Morales y el poeta, narrador y profesor Guillermo Rodríguez Rivera.
La historia se repite. ¿A quién le tocará su turno después?, como dijera el poeta que pedía también una carga para matar bribones, que nunca hizo tanta falta como en la Cuba actual.
En cualquier caso, Zurbano es joven y los censores son ya viejos, a lo mejor no tiene que esperar el destierro o la muerte, como Heberto Padilla, para que su obra vuelva a circular en el país.
vicmadomingues55@gmail.com
TOMADO DE: http://www.cubanet.org/articulos/las-botas-del-censor/